Los nuevos esquemas residenciales colectivos, especialmente aquellos orientados al mercado de alquiler o de corta estancia, requieren de importantes soluciones concebidas desde el proyecto para gestionar de forma automatizada, personalizada y eficiente, las diferentes unidades y servicios que componen el conjunto residencial. La tecnología es uno de los grandes aliados a la hora de afrontar este reto, pero también el conocimiento profundo de las necesidades actuales y futuras de los usuarios. Servicios como la seguridad y el desempeño energético son algunos de los elementos indispensables que cualquier inversor debe exigir también al operador de este producto.